La palabra independencia junto al contrato mercantil siempre va de la mano. El trabajador puede ser libre hasta cierto punto en su modo de laborar. En este caso, todas las gestiones de las personas son individuales, una gran diferencia respecto al contrato laboral, porque los empleados siguen una dirección o los mandos de un jefe que vela por el bienestar colectivo de una empresa.
A pesar que tienen ciertas diferencias, el contrato mercantil no se desliga por completo del tradicional. Como su nombre lo indica, hay un acuerdo mutuo entre dos partes para trabajar en lo que compete. Al final de cuentas, el contratante ofrece el pago a su contratado por cada uno de los servicios que ha prestado desde el primer día.
No hay problema alguno si el contrato mercantil es mediante un papel o hablado. Lo que debes tener presente es que vincula a dos o más personas interesadas en un puesto de trabajo o a la dependencia de un cargo para dar algo. Podría decirse que es un acuerdo bilateral para que todas las partes en conflicto salgan beneficiadas gracias a la eficiencia del personal que hace vida en el negocio.
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¿Qué es el contrato mercantil?
Para hablar de un contrato mercantil con todas las de la ley, hay que situar a la figura del empleado en una frontera independiente en todas sus funciones, a pesar que el contrato (en su sentido más lineal) es el acuerdo de dos partes que buscan un beneficio en común. No importa qué autónomo seas (titular, societario, colaborador o en conjunto anónimo) porque tendrá lugar en todos los escenarios.
Si decides trabajar por cuenta propia hasta edificar una empresa y tienes el conocimiento básico de los autónomos, tienes medio terreno ganado para salir adelante con el negocio que tienes en puerta. Es una forma jurídica conveniente si has sido de alta recientemente como autónomo, porque conoces de sobra las implicaciones de pagar la cuota.
Características del contrato
El contrato mercantil tiene dos alternativas para hacerse saber. Si eres amante de la formalidad, lo correcto es la hoja escrita con la firma de ambas partes, con las cláusulas expuestas para dar a conocer todas las implicaciones. Si no es tu manera de hacer las cosas, existen los individuos que realizan el contrato de forma verbal, con conversaciones profesionales para dar el siguiente paso. Estas son algunas características:
- Todas las partes involucradas deben consentir las operaciones a realizar. Entablar una buena relación laboral-profesional.
- Los contratantes tendrán la potestad de exigir sus derechos en caso que estén siendo violados.
Todas las operaciones serán de origen lícito para no romper la ley. De no ser así, el contrato mercantil estará estigmatizado como un trato dudoso.
Elementos que debe contener
La identificación de las partes involucradas es el paso más elemental que todos los futuros empresarios deben realizar para conocer el perfil profesional a detalle. Resulta vital contar con esta información a la mano para dejar las cuentas claras desde un principio, para saber con quién estamos trabajando. Posteriormente, desglosar el objeto del contrato, con visión, misión y metas por cumplir con el contrato mercantil ya sobre la mesa.
Todas las partes están sujetas a una serie de obligaciones que deben cumplir de ahora en adelante. Desde luego, cada deber estará señalado en el contrato mercantil para evitar confusiones o abuso de autoridad entre involucrados. El compromiso prevalece por encima de todo, así que este elemento no significa un impedimento para hacer bien las labores de la empresa.
La duración del contrato es un punto clave para saber cuánto tiempo durará este convenio, si requiere de una prórroga o aumento temporal (generalmente aplicado cuando el trabajo da sus frutos) pero si es justo colocar una fecha de inicio y otra de cierre para mantener en la mente cuánto tiempo durará el contrato. Las formas de pago no pueden obviarse en el contrato, porque contiene los impuestos a pagar, el salario, bonos y plazos.
Por último encontramos la jornada de trabajo que se traduce a un horario de oficina o convenido entre ambas partes para ejercer todas las funciones dentro de un patrón temporal específico. Si existe esa libertad de escoger el horario más conveniente, mucho mejor, porque así el trabajador es dueño de su tiempo.
Tipos de contrato mercantil
El contrato mercantil es muy diverso, porque ofrece algunas categorías con características particulares que llaman la atención inmediatamente. Cualquiera de estos casos es tomado en cuenta como el acuerdo mercantilista entre dos o más involucrados para asumir responsabilidades para alcanzar los logros deseados.
- Contrato de cambio: En este caso, hay un intercambio de bienes por la prestación de servicios. El ejemplo más concreto es la compra-venta de un producto.
- Contrato de colaboración: Son los acuerdos en que las partes toman la decisión de asumir una actividad conjunta que traiga beneficios para la empresa.
- Contrato de seguro: Trata de las personas amparadas por Seguridad Social que pagan un seguro por si surge un imprevisto eventual en el trabajo.
- Contrato de conservación: El depositante entrega una mercancía importante para el negocio. La función del depositario es preservar la integridad de un producto determinado.
- Contrato de préstamo y crédito: Generalmente son actividades relacionadas en las operaciones bancarias.
- Contrato de garantía: La hipoteca es el ejemplo más claro de este acuerdo mercantil.
Ventajas
Convertirte en tu propio jefe: Cuando realizamos un contrato laboral, al final del día estaremos sujetos a lo que ordene el empresario. Ahora bien, cuando edificas tu propio negocio, te harás independiente, capaz de solucionar problemas, salir adelante y tomar decisiones pertinentes para crecer.
Flexibilidad en los horarios: Una vez que asumes el papel como el encargado de toda la empresa que fundaste, la siguiente tarea es encontrar ese horario ideal para trabajar. Al final, el resultado no es otra cosa que lo más conveniente para los dueños. Planifica muy bien cuál será el horario para atender a los clientes.
Mayores ingresos: Si has realizado muy bien todas las actividades relacionadas con tu trabajo independiente, las ganancias se multiplicarán de tal modo que no lo podrás creer. Si tienes una empresa independiente, podrás laborar para otras sucursales en las que seas titular para abordar más áreas de un mercado.
Éxito profesional: Te relaciona específicamente en el área que estás ocupando dentro de tu empresa. Si eres realmente eficiente con todas las actividades pautadas, demostrando talentos, destrezas o habilidades profesionales, el éxito te acompañará a donde quieras que vayas, siendo tu nombre un referente para el mundo de los negocios.
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