Si llevas mucho tiempo pensando en emprender un nuevo negocio, aún no sabes que es más oportuno y a menudo te viene la misma pregunta a la mente de cuál es la mejor manera de hacerlo, si constituir una Sociedad Limitada Unipersonal (SLU) o ser autónomo, has llegado al lugar indicado.
Hoy en día, la gran mayoría de los jóvenes emprendedores optan sin pensarlo ser autónomos, sin tomar en consideración una gran cantidad de factores que podrían incidir en el éxito de su establecimiento. Por ello, nos queremos encargar de explicarte cada una de las ventajas y desventajas de ambas variantes y cuál es la que más recomendamos según tu situación. Quédate con nosotros y disfruta de todo el contenido que te traemos el día de hoy.
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¿Qué es una Sociedad Limitada Unipersonal (SLU)?
La Sociedad Limitada Unipersonal, mejor conocida por sus siglas SLU, es un tipo de sociedad de gran parecido a la popular Sociedad Limitada (SL). La única distinción notable es que está compuesta por un solo socio, lo que significa que todas las acciones le pertenecerán a una persona, sin importar si esta es física o jurídica.
Dentro de la SLU, existen dos modalidades: la originaria y la sobrevenida. La originaria es aquella en la que, desde una primera instancia, la sociedad se fundó con un único socio y este será el encargado de responsabilizarse por el control de todas las acciones.
Por otro lado, el segundo caso es aquel en el cual, tras el paso de los años, una sociedad ya constituida se queda sin socios y uno solo adquiere todas las acciones de sus antiguos compañeros, convirtiéndose inmediatamente en el responsable del destino de su negocio.
Cualquiera que sea su clase, en cada uno de los documentos jurídicos emitidos debe haber una constancia que exprese la condición de unipersonalidad. Dicho de otro modo, en todos los documentos de la empresa (contratos, facturas, etcétera.), deberán estar plasmadas las siglas SLU. Asimismo, en el Registro Mercantil tiene que estar reflejado el acontecimiento de un único socio.
En el dado caso que esto no suceda y la unipersonalidad no esté especificada en el registro, el socio está en la obligación de responder de forma personal, solidaria e ilimitada por las deudas de la sociedad. Por lo contrario, si se declara la característica de unipersonalidad, dicha obligación desaparece por completo y se transfiere las cargas directamente a la sociedad.
Cabe destacar, que en contraste a lo que tienden a pensar muchas personas, el socio y el administrador de una SLU no tienen que ser obligatoriamente el mismo individuo. De hecho, el administrador de una Sociedad Limitada Unipersonal puede ser una persona ajena a la empresa.
Criterios a considerar al momento de tomar una decisión
Es sumamente importante dejar bien en claro que hasta el día no se encuentran fórmulas específicas que indiquen cuál es el método más correcto de constituir un negocio, ya que en la decisión influirán una gran cantidad de factores, tanto económicos, como comerciales y personales.
No obstante, en vista de que ya hemos explicado en qué consiste una SLU, podemos proceder a desarrollar los criterios que se deben tomar en cuenta a la hora de establecer una Sociedad Limitada Unipersonal, o si se opta simplemente por ser autónomo. Entre los principales aspectos a considerar destacan estos cincos:
Trámites de constitución
En primer lugar, hallamos que los trámites para constituirse como autónomo son mucho más sencillos y económicos que los de la SLU. Para ello, nada más se precisa darse de alta en el Impuesto de Actividades Económicas (IAE) y en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA). El primero es gratuito y el segundo también, sólo que se debe pagar una cuota mensual de autonomía.
Comunica el inicio de actividad a Hacienda y a la Seguridad Social y si haces las gestiones por ti mismo mediante el Punto de Atención al Emprendedor, todo te saldrá gratis a excepción de que pidas un asesoramiento personalizado.
En los casos que lleves a cabo la constitución de la sociedad por vía telemática y dispongas de una capital inferior a los 3.100€ y sin ningún socio jurídico, el proceso lo tendrás listo en un solo día y con un gasto de notario y registro en torno a los 100€. Por su parte, un trámite de SLU puede demorarse entre 5 y 30 días. Además, se requieren de muchos más trámites, tales como:
- Solicitud del Certificado de Denominación Social en el Registro Mercantil, para garantizar que el nombre de la sociedad sea exclusivo.
- Redacción de estatutos de la sociedad.
- Apertura de una cuenta bancaria propia para la sociedad y el depósito de una capital superior a los 3 mil euros.
- Obtención del NIF (Número de Identificación Fiscal).
- Presentación del Impuesto sobre Operaciones Societarias.
- Inscripción en el Registro Mercantil.
Se debe contemplar que la realización de cada uno de estos procesos supone una serie de gastos considerablemente altos, los cuales dependen si el usuario los efectúa por sí solo o si se contrata a un asesor aparte para ello.
Responsabilidad
Con respecto a este punto, la responsabilidad del autónomo siempre será ilimitada. Esto significa que en las ocasiones que haya deudas frente a terceros, el negociante tiene que responder y hacerse cargo de cada una de ellas con el uso de su capital personal de ser necesario.
En cambio, en la Sociedad Limitada Unipersonal la responsabilidad es totalmente limitada, lo que implica que, si la empresa llegase a tener alguna deuda, esta se debe saldar exclusivamente con el patrimonio social con el que se cuente. Sin embargo, es vital resaltar que puede ser así, con tal de que la sociedad se encuentre registrada como unipersonal en el Registro Mercantil.
Impuestos
Cuando se elige el camino de ser autónomo, se tiene que tributar por el IRPF (Impuesto de la Renta de las Personas Físicas), impuesto progresivo de entre 19,5% y 46%, al cual a medida que se obtengan más ganancia se le debe pagar más. Por lo tanto, es fundamental considerar tal factor al momento de decidir, puesto que el monto del impuesto dependerá directamente de las ganancias totales obtenidas del comercio.
Por el contrario, el impuesto de la SLU es con tipos fijos, específicamente del 25%, a pesar de que en el año 2019 los Presupuestos Generales del Estado se encargarían de reducirlo a un 23% sin éxito alguno.
Aquí, el impuesto siempre será constante indistintamente de los ingresos mensuales. Por ello, lo más recomendable es que se opte por una sociedad si las ganancias son muy elevadas, ya que de esta forma se pagaría menos.
Pero ojo, la ventaja que te mencionamos sólo tiene trascendencia si una buena parte de los beneficios se desean dejar como patrimonio de la sociedad, porque si lo que se quiere es retirar el beneficio, es obligatorio tributar por la nómina o por los dividendos que se lleven, para que así al final quede más o menos lo mismo.
Contabilidad
Cuando hablamos del tema de la contabilidad, las personas autónomas tienen menores compromisos en comparación con una Sociedad Limitada Unipersonal. Los autónomos en los momentos que realicen su contabilidad, basta con presentar un libro de cuentas que refleje claramente los gastos, ingresos e inversiones de la empresa y listo.
En una SLU, las cosas se complican un poco más, debido a que se precisa la presentación del balance de cuentas en función del plan general contable. Adicionalmente, se deben incluir un libro de inventarios y cuentas anuales, un libro diario, uno de actas, uno de registros de socios, uno de acciones nominativas y uno del registro de la sociedad.
Si llegara a pasar que la fiscalidad de la sociedad está fijada al impuesto sobre el valor añadido, es vital que se presenten también los libros fiscales que se tengan. Una alternativa que te aconsejamos es que utilices softwares automáticos de contabilidad como Holded, los cuales te facilitarán significativamente tus tareas contables, sin importar la constitución del negocio.
Acceso a financiación bancaria
Hay que tener bien presente que todas las sociedades limitadas cuentan, al menos en un principio, con una mayor comodidad de acceso a créditos bancarios, puesto que sus cuentas suelen ser más claras y precisas. Esto por el simple hecho de que al ser una SLU, proporcionan una confianza económica superior.Inclusive, muchos expertos afirman que una SLU siempre tendrá una imagen comercial más profesional, con una visión de proyecto a largo plazo y, por ende, una esperanza de vida indefinida. No obstante, en cualquiera de los dos casos lo más imprescindible es el aval o la garantía.