Las gestiones contables de una empresa son llevadas a cabo de forma minuciosa, con muchos trámites por hacer y diligencias por cumplir. Para iniciar con cualquier proyecto empresarial, debemos contar con un informe bastante detallado de las ventajas, desventajas, visión o misión que tendrá. Esta documentación recibe por nombre de balance de situación, que tiene por utilidad conocer el estatus con la mayor claridad posible.
¿Cómo se hace un balance de situación? ¿Cuál es la estructura que tiene para que sea correcta? Todas estas preguntas tendrán su respectiva respuesta y un poco más para elaborar un buen balance que cimente a la perfección cada una de las condiciones para propulsar un proyecto que valga la pena y por supuesto, que todos salgamos ganando.
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¿Qué es el balance de situación?
Es un documento que explica de manera detallada el estatus real de cualquier empresa en un episodio determinado o refleja en líneas generales las condiciones en que está operando desde el día 1 hasta su actualidad. Lo más viable es retratar con exactitud todas las operaciones contables del recinto en el pasado, presente e incluso, las que se harán validar en el futuro.
Generalmente, estos balances son propiciados para un episodio concreto de la empresa, porque es un trámite más rápido, concentrado en una etapa particular. Este balance puede ser general también, pero requiere de más trabajo por parte de los empresarios en resumir todo el estado contable para presentarlo en una junta con los accionistas o propietarios de la empresa.
Por ejemplo, si el negocio es muy recto en su modo de operación, todos los interesados elaboran un balance de situación que represente una “fotografía” de cómo fueron las ventas en un día particular. En cierto modo no nos interesa la “película” con más actividades, sino ser más específicos en que ocurrió un lunes, cuyas funciones se llevaron a cabo con normalidad, por citar un día en especial.
Es frecuente que coloquemos la tasa de activos, deudas y obligaciones que tiene la empresa diariamente en este balance. Además, salen a relucir sus Patrimonios Netos, tratándose de sus propios fondos que no están en juego sobre la mesa de comité. Por otro lado, es destacable puntualizar cuántas han sido las ganancias o pérdidas de ese perÍodo para corregir el hecho, haciendo que la balanza se incline en ganar más.
El balance de situación tiende a ser más resumido, conocido también como trámite abreviado, que apenas señala unas cuantas ganancias o capital perdido en las últimas horas, sin llegar a remarcar el panorama en una jornada laboral completa. Es un buen ejercicio para ejecutar una lectura rápida de la empresa, si los dueños quieren memoria y cuenta inmediatamente.
¿Qué estructura tiene?
Como cualquier otro balance, debe contener todos los datos que son de relevancia para los interesados, puede ser en tablas o un resumen sistemático con activos, pasivos, patrimonios netos, ganancias o pérdidas. En resumidas cuentas, en todo lo que ha sido de la empresa en un momento dado de su historia, con absoluta veracidad para que todos estemos contentos ante una buena entrega de balance.
El Plan General Contable es quien dictamina cómo será el modelo definitivo que todo balance de situación debe contener para mayor validez. Gracias a su participación, todas las empresas poseen ese rasgo de homogeneidad al instante de entregar este documento a los accionistas del negocio. Para ser más claros, el trámite tiene tres divisiones específicas: activos, pasivos y Patrimonios Netos. A su vez, con información de ganancias o pérdidas.
El activo: Este es el primer renglón en que todos debemos centrar la mayor atención, porque trata de todas las inversiones de una empresa, con su respectivo título de propiedad. Podemos mencionar un activo no corriente, que trata de los mismos títulos o inversiones que ha hecho el recinto desde un tiempo mayor a un año de antigüedad. Sin embargo, no están presentes en casi ningún balance por el control complejo de estos datos.
El activo no corriente está vinculado con los bienes inmuebles como edificios, territorios, todo tipo de maquinarias, entre otros. Todos los productos están incluidos dentro del patrimonio del negocio y por tanto, son mencionados de forma leve en el balance. El inmovilizado financiero tiene lugar como parte de las inversiones futuras que hará la empresa; así que tampoco descartes su inclusión en el documento.
En contraparte si podemos contar con los activos corrientes, como el patrimonio construido en un tiempo menor de un año. Son más líquidos, es decir, convertir todas las sumas en dinero en efectivo es más fácil que realizar un informe detallado con los activos no corrientes. En ella contamos con materia prima, productos en fase de culminación, la mercancía que pronto tendrá ventas, entre otros.
Otro grupo de activos que no debemos pasar por alto son los realizables, es decir, los bienes que la empresa consiguió en un tiempo más próximo o en corto plazo. Finalmente, encontramos los bienes disponibles, como parte de las ganancias que están en caja y que son retirables del banco.
El pasivo: Son todas las finanzas que dispone el negocio al instante de elaborar el balance de situación. Tiene sus propias categorías, como el pasivo no corriente, que reúne todas las deudas que tienden a ser pagadas en largo plazo; en otras palabras, no representan deudas urgentes que la empresa debe cancelar para su mantenimiento. Mientras tanto, los pasivos corrientes si son prioritarios en su pago.
El patrimonio neto: Son las finanzas que suele soportar cualquier negocio o empresa sin provenir de una fuente externa. Son la totalidad de los activos una vez que los pasivos están bien definidos por la junta. Incluye todos los aportes de las personas que hacen vida dentro del negocio, involucrando a dueños y accionistas.
Objetivo y utilidad
Todos los emprendedores quieren llevar el control de su empresa hasta el menor de los detalles. Hacerlo desde el día 1 hasta la fecha es posible, pero requiere de más tiempo invertido. El balance de situación te saca de apuros si los accionistas quieren memoria y cuenta de una etapa específica.
Si la empresa aún es pequeña, este balance es más sencillo de elaborar, porque son pocos los datos a recaudar para su creación. Por eso es crucial tomar en cuenta los datos desde su fundación para llevar una línea de tiempo mejor detallada. Si hay errores en el informe, los mismos serán corregidos con mejor trabajo en la institución.
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