Contrato de confidencialidad: ¿Cuándo firmarlo?

Contrato de confidencialidad: ¿Cuándo firmarlo?

Un contrato de confidencialidad es un documento legal escrito, entre un empleador y un empleado, donde se establecen ciertos términos y condiciones vinculantes que prohíben al empleado revelar información confidencial y de propiedad exclusiva de la empresa. Se considera necesario en ciertas circunstancias, así que no dejes de informarte sobre todo lo referente a un contrato de confidencialidad y cuándo firmarlo.

¿Cuándo se utiliza este tipo de contratos?

Para los empleadores un contrato de confidencialidad es beneficioso porque evitan que otras partes compartan con los competidores el conocimiento de propiedad, los secretos comerciales, información de clientes o productos, planes estratégicos y otros datos confidenciales e importantes para la empresa.

Un contrato de confidencialidad se mantiene en vigor mientras dure la relación laboral y por un período de tiempo después de la terminación del empleo, generalmente oscila entre uno y tres años e incluye actividades que el ex empleado no puede realizar. Estos acuerdos suelen usarse por variadas circunstancias que dependiendo del interés del empleador, pueden incluir:

  • Entrevistas de trabajo de gestión y de alto nivel durante las cuales se discute información confidencial de la empresa y se requiere que los candidatos firmen un acuerdo antes de la entrevista.
  • Las discusiones sobre contratos y asignaciones de consultores o contratistas y los productos resultantes del trabajo contractual requieren un acuerdo firmado, antes de las asignaciones.
  • Acuerdos o discusiones que implican productos e información de propiedad compartida.
  • Compra de acciones o compañías, diligencia debida o intercambios que ameriten dar a conocer datos confidenciales.
Contrato de confidencialidad: ¿Cuándo firmarlo?

Contenido del contrato de confidencialidad

Los acuerdos de este tipo establecen que el firmante no puede revelar ni beneficiarse de ninguna manera de los datos reservados o secretos de la empresa que fue proporcionada por su empleador, clientes, proveedores y cualquier otra parte que pueda obtener provecho de la información recibida.

Los contratos de confidencialidad con frecuencia incluyen el período de tiempo durante el cual un trabajador que deja su empleo, no puede trabajar para una empresa competidora, una cláusula que tiene el objetivo de evitar que el ex empleado se beneficie o genere ganancias para un nuevo empleador con la información obtenida del ex empleador.

Algunos contratos especifican que el empleado no puede trabajar en la misma industria por cierto lapso de tiempo una vez que deje el empleo, generalmente dos años. Algunos empleadores extienden esta prohibición a los proveedores y vendedores de la industria.

La propiedad de la empresa constituye todo aquello que se desarrolla, escribe, produce o inventa durante un empleo, contrato, servicios y/o entrevistas o como resultado del mismo, relacionado de alguna manera con el alcance de la empresa. Esto incluye en algunos casos el trabajo que se desarrolló en el tiempo libre del empleado fuera de la empresa.

Un contrato de este tipo puede presentar una cláusula que permita a un empleador firmar o dar permiso al firmante para utilizar la información que es propiedad de la empresa, sólo en caso que esto represente un beneficio directo y no una pérdida potencial, sobre todo si la misma puede ser entregada a otra organización.

Razones para considerar el uso de un acuerdo de confidencialidad

De acuerdo a todo lo expuesto anteriormente podemos concluir que un contrato de confidencialidad es un documento delicado, que un empleador debe considerar para proteger su empresa y que un empleado debe leer y analizar muy bien antes de acceder a él. A continuación, te presentamos una serie de razones por las que diferentes personas podrían considerar utilizar este tipo de alternativa: 

1- Es una manera de protegerse y establecer una ventaja frente a la competencia: ayudan a garantizar que la información patentada, como la propiedad intelectual o los secretos comerciales, no llegue a los competidores de la industria, los medios de comunicación o el público, siendo un recurso muy utilizado en industrias de tecnología.

2- Exponer y explicar claramente las responsabilidades de cada parte: este crea una relación confidencial entre dos partes y debe explicar lo que eso significa, por ejemplo, cómo se puede y se debe utilizar la información de propiedad de un nuevo cliente.

3- Establecer estándares para el manejo de la información: las partes acuerdan tratar la información confidencial de las demás de la misma manera que tratan la suya propia.

4- Protección de los derechos de patente: en algunos países un inventor puede perder los derechos de patente cuando los detalles de una invención se divulgan al público.

5- Protección de información durante fusiones: el contrato de confidencialidad puede dar protección a toda la información sobre el negocio y el acuerdo de compra hasta que se dé por terminada una fusión o adquisición, igualmente son útiles para proteger los intereses comerciales durante las empresas conjuntas.

6- Sentar las bases para acciones legales: este tipo de documento es legal así que puede emplearse como prueba durante situaciones legales.

Razones para no emplear un contrato de confidencialidad

Así como este tipo de documentos son de gran utilidad para ciertas cosas, no necesariamente son para todos. Te presentamos algunas de las razones por las que podrían no ser apropiadas para tu situación:

No pueden proteger cierta información, tal como:

●        Información que el destinatario conocía antes de firmar el acuerdo.

●        Información que el receptor obtiene de fuentes alternativas o información de conocimiento público.

●        Información que puede perjudicar al público. Por ejemplo, ocultar información sobre actividades realizadas por la empresa que puedan afectar la salud de las personas del entorno.

●        Información necesaria para un caso judicial.

Puede causar daños en ciertas circunstancias: es posible que un contrato de confidencialidad pueda causar más pérdida que ganancias, por ejemplo, las empresas nuevas generalmente no piden a los inversores de capital que firmen acuerdos de confidencialidad, ya que es poco probable que estos accedan y en este caso es mejor asegurar el financiamiento.

Los empleadores generalmente evitan los contratos de confidencialidad si un empleado ha trabajado en sus funciones durante un tiempo: pues esto puede ser interpretado como un cambio inesperado en las reglas y condiciones del empleo, generando malestar y por ende una constante rotación del personal.

Tipos de contrato de confidencialidad

Estos documentos se dividen en dos categorías, no obstante, es importante aclarar que la información contenida en un acuerdo de confidencialidad siempre es única. Te presentamos los dos tipos de contratos de confidencialidad:

●        Unilateral o unidireccional: establece que una de las partes no revelará información en poder de otra parte, siendo el tipo más común de acuerdo. Es empleado con frecuencia cuando una empresa contrata a un empleado y quiere que este proteja la información de propiedad.

●        Bilateral o mutuo: establece que ambas partes no compartirán la información de la otra y es usado con frecuencia cuando dos empresas comienzan a trabajar en conjunto, comprometiéndose a proteger los datos de la otra.

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