¿Estás pensando en vender tu empresa? ¿Tienes algunos candidatos que están dispuestos a comprarla? ¿El acto de vender requiere de un protocolo especial? Todas estas preguntas te las responderemos en este texto sobre cómo traspasar un negocio. Hay muchas formas de concretar este procedimiento con mucho éxito, siguiendo muy de cerca algunos parámetros legales y/o fiscales.
Ten en cuenta la siguiente información para concretar el traspaso de forma lícita, en que ambas partes salgan ganando con buenas divisas, así como una empresa en buenas condiciones para seguir laborando bajo otro timón. A continuación, dejaremos una serie de preguntas frecuentes en este tema de cómo traspasar un negocio a cada cliente interesado en la adquisición.
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¿Qué es lo que realmente estoy ofreciendo a mi cliente?
Antes de dar inicio con las respuestas de esta pregunta, siempre nos centraremos en un ejemplo concreto: un ejercicio en una academia de enseñanza. No podemos verla desde el punto de vista de una franquicia, pero si está ubicada en un barrio con buen porcentaje de juventud que está dispuesta a salir adelante con trabajo autónomo. Por otro lado, hay una sociedad que tiene su propia problemática y algunas deudas por pagar.
Dicho esto, es importante concentrar toda la atención en los alumnos y la posibilidad de aumentar el número de los mismos, porque al final es el éxito o fracaso de tal academia. Debemos tomar en cuenta una serie de estadísticas y facturación, como la probabilidad de aumentar a cierta cantidad de interesados por inscribirse, como los ingresos que está presentando la academia desde el primer día.
Entre otras cosas, la academia ya tiene un trecho recorrido al contar con 10 años de servicio al alumnado. La reputación cuenta para traspasar un negocio ¿O estás dispuesto a comprar una empresa que tiene mala fama o movimientos ilícitos? Como datos adicionales, el local de la academia es alquilado, cuyos bienes que hacen vida en el lugar tiene un valor mínimo.
¿Cómo hago para encontrar compradores?
Siempre recomendamos que al momento de traspasar tu negocio, centres la mirada en los candidatos que estén más familiarizados con su manejo. En otras palabras, debes focalizar la atención en personas que realmente estén interesadas y principalmente, que sepas de sobra que echará a andar el negocio tanto o mejor que tú. No hay que descartar la posibilidad de vender a un trabajador (el más experimentado) o familiares, amigos que asuman el cargo.
Si no estás seguro(a) de la decisión que vas a tomar (a la postre, para el bien del negocio) podrás contratar los servicios de instituciones especializadas en asistir a los vendedores para hacer los procedimientos dentro del marco de lo legal. Ellos darán a conocer el resto de directrices o documentación que los interesados deben firmar.
¿Qué información proporcionan?
Como es natural, quienes están interesados en comprar el negocio están en potestad de solicitar toda la formación interna de la empresa, su personal, la facturación y base de datos completa para ver cómo marcha la institución que están por comprar. Te recomendamos ser muy transparente en este proceso, sin ninguna reserva administrativa. No hay nada mejor que una excelente carta de presentación por parte de la persona que vende.
Tampoco te sugerimos dar a conocer la información de golpe. En estos casos es mejor envolver paulatinamente a los clientes potenciales sin que pierdan el interés que los llevó a solicitar la compra. En caso que sea un trabajador de la misma academia es complejo el proceso, porque al ser parte del personal, conoce de sobra el movimiento de la institución y ante eso hay que manejarse con el doble de transparencia para no crear suspicacia.
Si bien es cierto que la compra por un trabajador, familiar o allegado puede presentar ventajas a la academia, también es correcto mirar al otro lado de la acera, para vender a alguien ajeno a la academia. Te ponemos este escenario para no crear tensiones en el propio ambiente laboral o que los trabajadores por motivos desconocidos comienzan a filtrar información entre ellos sobre la próxima compra-venta.
La primera carpeta que debemos extraer del archivero es con el listado completo de los alumnos inscritos en la academia, junto a la facturación que cada uno de ellos paga, junto al total de ingresos del recinto. Los gastos que ha realizado la academia requiere de un estudio profundo, con una línea de tiempo determinada para evaluar cómo se reducen o si es necesario gastar un poco más para mejorar su funcionamiento.
Así como el número de alumnos cuenta en los balances finales, el total de personal también lo es, junto al salario mínimo que están ganando en la actualidad. Del mismo modo, el balance de los gastos es un poco relativo ¿Por qué? Es acá cuando presentamos otro ejemplo de los consumos para publicidad.
El dueño de la academia tiene el libre derecho de gastar unos 500 euros para promocionar el local mediante cuñas de radio o televisivas, mientras que el nuevo comprador reducirá esta cantidad para lanzar la academia con ayuda de blogs y sitios web.
Con todos los papeles en regla, sabiendo el sistema de alquiler, total de personal que labora y de alumnos inscritos, el nuevo comprador hará su propio plan de negocios para impulsar la academia a su modo. Una cara nueva es capaz de aportar ideas que refresquen su funcionamiento; pero como te reafirmamos, no hay que descartar familiares o allegados para dar una especie de “continuidad generacional”.
¿Cómo se fija el precio?
El importe final de la academia no es producto de un deseo arbitrario de imponerlo para que cualquier cliente en desconocimiento coloque su dinero sobre la mesa. En este caso, debemos tener algunos factores en cuenta para cimentar un valor real.
Un buen indicio es la inversión que realizó para tener el número reciente de alumnos. Este valor lo sitúa en relación con la compra de otras academias de su especie, o si las mismas están en la misma zona.
La misión principal del comprador es colocar en una balanza o poner en contexto toda su área interna, como el alumnado, salario de trabajadores, entre otros factores para concluir con un importe definitivo. Sería conveniente dar a conocer absolutamente toda la facturación ocurrida en los últimos 5 años (mínimo). De la misma manera, presentar una planilla con la capacidad total de alumnos, así como los más destacados del lugar.
Es crucial evaluar todos los detalles con echar un vistazo al pasado, con unos 5 años es suficiente para discernir cuánto es el tiempo que tomará al comprador recuperar su inversión. Si sus objetivos son similares o mejores del dueño anterior, el dinero llegará un lapso temporal mucho menor de lo estipulado.
Sugerimos que este traspaso ocurra en temporada muerta, es decir, cuando los alumnos están disfrutando de sus vacaciones, para que el próximo año escolar sea bajo la tutela del nuevo comprador, quien hará partícipe a toda su gente de los cambios que vendrán. Cerrar el acuerdo en un espacio en que no haya actividad es lo adecuado para asimilar todos los cambios.
¿Qué opciones de compra tenemos?
Para el traspaso del negocio es pertinente vislumbrar dos escenarios muy concretos: 1- el comprador está en su derecho de comprar para ejercer una sociedad mercantil con ciertos objetivos bien establecidos y 2- que un interesado compre la academia, manteniendo dentro de la plantilla a los mismos socios que constituyeron el nacimiento de la empresa.
Escenario 1: Acá te presentamos todos los detalles señalados en el punto número 1 del párrafo anterior. Debemos tomar en cuenta el elemento de alquiler antes de hacer el traspaso correctamente. Desde el punto de vista fiscal, toda la sociedad está dispuesta a vender el activo (todos los objetos presentes en la academia, desde los muebles hasta los ordenadores). Por fortuna, si el traspaso está regido por el punto número 1, no pagaremos IVA.
¿Cuáles son los inconvenientes de este escenario?: En virtud que la academia está adscrita a un régimen arrendatario, los encargados de cobrar la renta podrían aumentar la tarifa al nuevo dueño, sea por no estar en confianza con relación al jefe saliente o sea porque la academia está generando tantas ganancias para considerar la inflación de los precios.
El nuevo propietario siempre deberá informar a todos respecto a los cambios que hará de ahora en adelante. La sinceridad cuenta en estas transacciones, para dejar los objetivos claros y el horizonte de expectativas a perseguir. Cambiar a toda una sociedad no es tarea fácil, porque consiste en una búsqueda exhaustiva de sujetos conocedores de la academia.
¿Habrá un cambio de personal total o parcial? ¿Los profesores de la academia continuarán con su función o serán removidos de sus cargos? ¿Tendremos el mismo nivel de enseñanza? Son preguntas muy válidas que los trabajadores y alumnos repetirán constantemente en sus cabezas. Lo mejor es no dar pie a más incertidumbre y esperar que las decisiones sean convenientes para todos.
Como las formas de pago en cada uno de los alumnos es de carácter domiciliado. Prácticamente deberán hacer desde el principio un método de inscripción al cambiar de cuenta para evitar que la transacción esté encuadrada bajo las devaluaciones. El paso a seguir para evitar complicaciones es el cobro de efectivo con vista muy cercana a los costes de la logística.
Los futuros propietarios no están exentos de pagar el IVA cuando están a punto de comprar la academia. Ahora bien, el importe definitivo entre el neto contable y el precio de venta si estará configurado de tal modo para pagar un extra. En otras palabras, son hechos que sí deben tributar. Para cerrar con este escenario, el nuevo propietario asume un rol definitivo con toda la plantilla de trabajadores.
Escenario 2: Afortunadamente hay pocos impedimentos (por no decir que ninguno) en cuanto al sistema arrendatario, si evaluamos el escenario con el mismo encargado con el que el antiguo dueño firmó el contrato. La sociedad es exactamente la misma, por tanto, el cuadro de personal a groso modo no sufrirá transformaciones significativas. El paso hacia adelante lo dan los accionistas, que sí serán diferentes a los anteriores.
Quien expida los recibos también será la misma persona de siempre, por lo cual, no hay que informar al alumnado y personal docente de un cambio que nunca ocurrió. La sociedad vigente es la responsable de realizar todas las facturas relacionadas a la academia gracias a la misma cuenta habitual.
Te recomendamos que en este episodio no cambies de entidad bancaria, para no hacer engorroso un procedimiento que en realidad raya en su simplicidad. El precio de venta es mucho menor cuando hay nuevo arrendatario, porque la sociedad anterior posee deudas que el nuevo dueño adquiere. La ventaja es que el precio neto por patrimonio también es bajo, facilitando los trámites para una compra segura.
¿Con cuál opción me quedo?
Indudablemente te aconsejamos traspasar un negocio de acuerdo al ejemplo presentado a lo largo de este texto. La primera ventaja visible es el hecho de dar continuidad a una sociedad que ha trabajado conforme a la ley, siguiendo muy de cerca sus objetivos. La nueva gerencia más allá de ocuparse de trámites nuevos, está enfocada en gestionar de la mejor manera el negocio que acaba de adquirir.
No obstante, ambas opciones son válidas, con sus implicaciones si es un sitio rentado o no. Ambas escenas deben estudiarse con mucho detenimiento para discernir cuáles son sus ventajas, desventajas y cómo actuar ante los sucesos imprevistos. Antes de comprar, asegúrate sobre todas las deudas que tiene en negocio, así como el cumplimiento de todas las normativas fiscales, porque eso habla muy bien de una empresa bien constituida.
Finalmente, es crucial verificar cuál es el estatus que deja el dueño saliente frente a Hacienda y Seguridad Social. Comprobar cómo han sido las relaciones entre ambos elementos es bastante fácil, porque basta con solicitar comprobantes de pago o acercarse directamente a las oficinas, porque los encargados darán memoria y cuenta sobre las comisiones que han pagado desde el inicio hasta fechas recientes.
Continúa leyendo sobre cómo hacer un plan de empresa.