¿Te resulta incómodo negociar tu salario? No eres el único. Es un reto difícil que, por desgracia, forma parte de la vida, pero con más experiencia y los conocimientos adecuados, este tipo de tareas profesionales resultan más fáciles. Comprende las necesidades del empleador. Haz que la empresa se dé cuenta de que eres un activo valioso para el equipo y será más probable que se tomen tu oferta más en serio.
Es importante negociar una subida de salario cada cierto tiempo para evitar que la inflación evite el poder ahorrar al recibir el salario. De hecho, es ideal si alguien quiere disfrutar de ocio sin necesidad de estar constantemente mirando su cuenta bancaria para ver si se lo puede permitir.
En el caso de tener más dinero para entretenimiento, se puede jugar en una página de apuestas o ir a ver espectáculos con más frecuencia. Esta es una gran forma de coger ideas y refrescar la mente tras una larga semana de trabajo.
En este artículo, descubrimos algunos consejos para negociar un mejor sueldo en el trabajo actual.
Contenido
Desarrollarse personalmente
Es vital aprender habilidades de desarrollo personal para crear un plan estratégico y práctico de desarrollo profesional y personal. ¿Cómo puedes mejorar tus habilidades de desarrollo personal? Algunos ejemplos son aprender de los demás, tomar clases y aumentar o mejorar tus habilidades.
No puedes desarrollarte y progresar si tienes miedo. Para superar el miedo a hablar en público, puedes unirte a un grupo que enseñe a hablar con eficacia. O, si eres tímido, plantéate iniciar una conversación en un acto de networking o presentarte a una persona nueva. Si tienes miedo a asumir riesgos, puedes aumentar tu confianza y tomar buenas decisiones con la ayuda de un mentor. Probar cosas que pueden resultarte incómodas puede ayudarte a crecer y aprender.
Mantenerse informado y ampliar conocimientos es posible gracias a la lectura. La lectura también puede mejorar tu capacidad de pensamiento crítico y estimular tu mente. Intenta leer al menos un artículo al día o un libro al mes que sea educativo o motivador.
Llevar un diario diaria o semanalmente puede ayudarte a tomar conciencia de ti mismo, a reflexionar sobre acontecimientos y decisiones recientes y a aprender de tus errores. Puedes escribir tu diario a mano o escribir en un blog tus experiencias y pensamientos. Llevar un diario también puede ser útil para evaluar tus progresos y fijar objetivos.
Una parte esencial de ser un comunicador eficaz es escuchar a los demás. Entender lo que dicen tus compañeros y clientes te permitirá recordar lo que dicen y responder adecuadamente. Debes tener habilidades profesionales para escuchar y comunicarte, ya sea atendiendo una llamada telefónica o en una entrevista de trabajo.
Lleva la cuenta de tus victorias y derrotas
Llevar la cuenta de tus victorias es una forma estupenda de mejorar tu motivación en el trabajo y reconocer tu verdadera valía. Por supuesto, puede que esto no sea algo que estés acostumbrado a hacer si eres modesto. Pero tampoco es que tengas que comprarte un cartel publicitario. En lugar de eso, anota tus victorias, grandes y pequeñas, en tu diario semanal o mensualmente.
¿Y las victorias en el tiempo? Describe el papel que has desempeñado en el éxito. Con el tiempo, las victorias se convertirán en una clara indicación de un conjunto de habilidades específicas, ya sea liderazgo, gestión de proyectos o conocimientos técnicos.
Además, escribir una carta de presentación o un currículum actualizado te resultará más manejable si llevas un registro de tus logros. Al mismo tiempo, también debes registrar tus pérdidas. Puede que hayas cometido un simple error que te haya costado una reprimenda. También puede ser grave, como incumplir un plazo o perder un cliente. En cualquier caso, los errores son una de las formas más eficaces de aprender y crecer.
Recibe feedback
Si acabas de terminar un proyecto importante o has alcanzado un objetivo importante, pide opinión a un familiar, amigo, colega o jefe. Aprovecha tanto las críticas constructivas como los comentarios positivos para medir tus progresos y asegurarte de que vas por el buen camino.
Asumir más responsabilidades es una forma excelente de indicar a los demás que estás preparado y eres capaz de asumir más responsabilidades. El aumento de responsabilidades también es un buen indicador como base para un aumento salarial. Además, puedes preguntar a tu jefe si puede ayudarte en algunas de tus tareas directivas. Como ventaja añadida, esto te permitirá aprender más sobre los procesos implicados.
Al mismo tiempo, no te exijas demasiado. Si ya tienes la agenda a tope, espera hasta que no estés tan ocupado. Reconoce que no puedes hacerlo todo en un día. Por lo tanto, es posible que tengas que eliminar algunas cosas de tu agenda. Haz un inventario de tu calendario y controla tu tiempo. Elimina las tareas antiguas que puedan borrarse o subcontratarse a otra persona.
Busca mentores
Más de 30 años de investigación demuestran que los empleados con un mentor ganan más, reciben más ascensos y están más satisfechos con su carrera que los que no lo tienen.
Identifica a un mentor que haya logrado el éxito que esperas alcanzar. Si aprendes de sus experiencias, incluidos los éxitos y los fracasos, podrás tomar decisiones con mayor conocimiento de causa. Como resultado, esto puede minimizar los errores en el lugar de trabajo y hacer avanzar tu carrera.
Sin embargo, asegúrate de que tu mentor es adecuado para ti. Que ocupe (o haya ocupado) el puesto que buscas no es garantía de que vayáis a congeniar. Para que esa relación funcione, tienes que encontrar a alguien a quien respetes y con quien puedas conectar.
Pide orientación y consejo a un profesional de confianza si no estás seguro. Además, puede que te merezca la pena trabajar con dos o más mentores que representen diferentes facetas de tu campo.
A la hora de negociar, prepárate con estudios, cifras (si procede) y posibles resultados antes de solicitar nada. La clave del éxito de una negociación será tu capacidad para exponer con confianza y de forma persuasiva. Recuerda que dominar esta habilidad requiere práctica. Por lo tanto, sé paciente hasta que sientas que dominas esta habilidad. Y si crees que no merece la pena convertirse en un negociador competente, probablemente fracasarás a la hora de negociar tu nuevo salario.